dijous, 30 de setembre del 2010


16 junio de 2008

No fue un día más, fue un día terrible, desolador.

Un 16 de junio te fuiste hija mía, así... sin más, quedando nuestras vidas vacías, y a partir de ahí comenzó una búsqueda, una transformación, un compromiso con la vida, una nueva forma de vivir.

Son dos años de buscar, intentar comprender, leer, visitar psicólogos, mirar hacia la luna llena, porque con la luna llena partiste.

Después de estos dos años, hablo por mí, veo que voy cambiando, he cambiado bastante, pero aún tengo un largo camino por recorrer, para seguir aprendiendo, intento entender y ver la vida de forma distinta.

Tengo unas creencias y una fe que me ayudan a seguir, a escuchar en el silencio, a buscar en mi interior, y sé que TÚ estás junto a nosotros, acompañándonos de una manera muy especial, y sé que tu esencia, tu luz vive en nosotros, nos ayuda a seguir.

Pero también es cierto que se me paraliza el cuerpo, se me encoje el estómago, palpita más fuerte el corazón, se me rompe el alma, siento rabia, impotencia, un bloqueo en la mente, en el cuerpo, cada vez que al escuchar una canción, al ver una de tus fotos, al ir a la casa del pueblo (no puedo estar mucho rato en ella, son tantos recuerdos), tantas veces…… veo la cruda realidad, no estás, no sirve la teoría, no sirve de nada lo leído ni aprendido.

Es cuando mi cuerpo, todo mi ser llora tu ausencia.

Nuestro deseo era ser padres, disfrutar de ti, verte crecer, compartir la vida con nosotros, con tus hermanas, todos juntos. Pero el destino nos ha jugado una mala pasada, el destino .... o como cada uno quiera llamarlo.

Mientras viva te llevaré en mi corazón.

Sé que me esperas, igual tardo un tiempo.., pero nos volveremos a encontrar.

Te quiero y cada día crece más mi amor por ti.

Mamá

1 comentari:

LourdesP ha dit...

Gracias mamá por enseñarme lo que es el amor de madre, el amor en esencia pura, que es más fuerte que la muerte y más infinito que la vida. Te quiero.