
ES NAVIDAD
Para muchas personas, es una poca de sentimientos ambiguos. Habrá hogares donde el ambiente de festejo y celebración envolverá a los miembros del grupo familiar. La familia reunida compartirá no solamente regalos, sino vivencias y sentimientos. Están todos juntos y eso es más que suficiente para llenar los corazones de alegría. En otros hogares será el llanto el que inunde el espacio. La familia no está completa y ese hijo, esposo, padre, pariente ausente físicamente, no compartirá la cena familiar, no habrá un regalo para él/ella debajo del árbol, ni participara de todos los rituales de la familia.
Luz y oscuridad. Dos realidades completamente diferentes pero partes de un todo más grande que es la vida. Y una vida que merece la pena vivir, a pesar de las pérdidas que hayamos sufrido, del dolor que sentimos.
Cuantas veces leo mensajes de padres desesperados que no tienen deseos de vivir porque su hijo/a ha muerto! Quieren detenerse, echarse a morir, porque la nueva realidad es sumamente dolorosa, sobre todo en las primeras etapas del duelo. Sin embargo, todos han salido adelante. Han aprendido que a pesar de haber estado sumidos en la oscuridad por un tiempo, han encontrado la luz. Y poder percibir ese tenue haz de luz es quizás, el primer paso hacia la recuperación.
Boletin estrella-maili. Gracias Gisela
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