dilluns, 28 de febrer del 2011


CONSEJOS PARA AFRONTAR EL DUELO


RESPETAR EL PODER DEL DUELO: Has de saber que te puede afectar psicológica, física y espiritualmente de forma intensa y a veces sorprendente. Sé amable contigo mismo. PERMANECE ABIERTO AL DOLOR DE TU CORAZÓN ROTO. PUEDES PENSAR QUE ES FÁCIL SUPRIMIR EL DOLOR O EVITARLO CON DISTRACCIONES U OCUPACIONES, PERO AL FINAL EL DOLOR SALDRÁ A LA SUPERFICIE. El duelo te exigirá que le prestes atención. LLORA. Las lágrimas son testimonio de tu amor. Y las lágrimas que brotan del amor ayudan a la curación y a la renovación. SIGUE CONECTADO CON LOS OTROS. Necesitas su presencia, apoyo, su preocupación, su atención, sus abrazos.


DATE TIEMPO PARA ELABORAR TU DUELO. Puedes necesitar varios años tan solo para aceptar la finitud de una pérdida, que alguien se ha ido para siempre, y aún más para elaborar tus emociones. TU DUELO ES ÚNICO. Viene definido por tu relación particular, tus circunstancias específicas y tu propio temperamento. Ignora los intentos de los otros de decirte cómo debes sentirte y por cuanto tiempo. EXPERIMENTARÁS DIFERENTES FASES EN TU DUELO. Shock, insensibilidad, negación, depresión, confusión, miedo, rabia, desconsuelo, culpa, arrepentimiento, aceptación, esperanza. Puede aparecer en cualquier orden y diferente número de veces. PERDÓNATE. Por estar enfadado o desilusionado con los otros, incluyendo a la persona que murió y te dejó; por haber sido incapaz de evitar la pérdida; por todo lo que desearías haber hecho o no haber hecho.


ESTÁ BIEN ESTAR ENFADADO CON DIOS. Hay alguna cosa que parece irreal y terriblemente injusta ahora y te puedes sentir defraudado. Date cuenta de ello. TU PÉRDIDA NO ES UN CASTIGO NI UNA PRUEBA. CUANDO ALGUNA PERSONA INTENTA CONSOLARTE Y SÓLO CONSIGUE HACER MÁS PROFUNDO EL DOLOR, PERDÓNALE POR NO ENTENDER. Después cuando tú consueles a alguien, recuerda lo que no debes decir.



INTENTA ESTAR CON OTRAS PERSONAS EN DUELO. A medida que explicas tu historia compartirás un entendimiento del corazón que es más profundo que las palabras. FÍJATE EN AQUELLOS QUE HAN SUPERADO UNA PÉRDIDA. Su supervivencia es la prueba que te confirma que tú también sobrevivirás.


ESTA SITUACIÓN DOLOROSA PUEDE SER TAMBIÉN UNA OPORTUNIDAD. Ya sabes lo que es sentirse vulnerable y con dolor. Usa este conocimiento para acercarte a los otros que están sufriendo. EN UNA CARTA, UN POEMA, UN DIBUJO, UN DIARIO, O UNA CONVERSACIÓN IMAGINARIA CON LA PERSONA QUE HAS PERDIDO ABRE TU CORAZÓN A LOS SENTIMIENTOS QUE NUNCA TUVISTE LA OPORTUNIDAD DE EXPRESAR. HABLA CON LA PERSONA QUE HA MUERTO. El amor entre vosotros dos es un vínculo que la muerte no puede romper. ELABORA EL DUELO NO SÓLO POR LO QUE HAS PERDIDO SINÓ TAMBIÉN POR LO QUE NUNCA LLEGARÁ A SER. Y después de forma dulce y amable, déjalo salir. EMPIEZA NUEVAS ACTIVIDADES Y CREA NUEVOS RITOS TENIENDO EN CUENTA EL PASADO. A través de ellos puedes mantener el recuerdo del ser amado, incluso aunque estés iniciando un nuevo periodo en tu vida.



HAZ NUEVOS PLANES ENCAMINADOS A REHACER TU VIDA SIN LA PERSONA AMADA. Tus esfuerzos son entonces de esperanza que puedes labrar en una existencia nueva y fructífera. LOS ANIVERSARIOS Y LAS VACACIONES PUEDEN SER AHORA MÁS DUROS. Puedes respetar estas ceremonias con cuidado, simplemente para mitigar el dolor. HONRA A TU SER AMADO CON TUS PROPIOS RECUERDOS Y LOS DE LOS OTROS. Esta celebración hará que tu ser amado permanezca contigo como parte de tí. A VECES, LO MEJOR QUE SE PUEDE HACER ES CONSOLARTE A TI MISMO CON PEQUEÑOS PLACERES : Un paseo, coger flores, un baño relajante…



EN CIERTO MODO, NUNCA TE “RECUPERARÁS” DE UNA PÉRDIDA SIGNIFICATIVA, PORQUE ÉSTA INEVITABLEMENTE TE CAMBIA. Tú puedes escoger si ese cambio será a mejor. A VECES TU DUELO TE PUEDE DESBORDAR MUCHO PORQUE CONLLEVA EL DUELO QUE NUNCA HICISTE POR OTRAS PÉRDIDAS ANTERIORES EN TU VIDA. CUANDO TE ENCUENTRES A TI MISMO DUDANDO DE TU CAPACIDAD PARA SUPERAR EL DOLOR, ten paciencia y piensa que el proceso de duelo con el tiempo se acaba, tiene un final.


DATE PERMISO PARA SENTIRTE BIEN, reír con los amigos, hacer bromas. Vivir tu vida plenamente no es traicionar el recuerdo sino cumplir una promesa a alguien que querría verte bien.



SIEMPRE PUEDE HABER UN PEQUEÑO ESPACIO DENTRO DE TI QUE PERMANEZCA VACÍO. Un vacío permanente y tranquilo puede ser la manera que tu tengas de mantener tu conexión con el ser querido. CUANDO SIENTAS QUE LA PÉRDIDA HA DEJADO TU VIDA SIN SENTIDO, SIN PLACER. RECUERDA QUE ESTO ES MOMENTÁNEO. Es la expresión de tu tristeza. Pasará. LA VIDA ES IMPORTANTE. Tanto si es corta o larga. La vida es real y tu vida hoy importa también. TE PUEDE PARECER QUE NUNCA VOLVERÁS A SER FELIZ DE NUEVO, PERO PUEDES ESTAR SEGURO QUE LO SERÁS. Y tu alegría tendrá la riqueza y la profundidad que proviene de haber conocido el dolor intenso y también su curación. CONTINÚA MANTENIENDO RAZONES PARA VIVIR. Tienes un futuro por el que vale la pena resistir y mereces encontrar un nuevo sentido de propósito y placer en la vida.



PUEDES LLEGAR A UN PUNTO EN EL QUE PODRÁS ESTAR UNA HORA, UN DÍA, UNA SEMANA, SIN SENTIR RECUERDOS DOLOROSOS DE AUSENCIA O VACÍO. Permanece abierto a la vida. HAS APRENDIDO QUE NO SIEMPRE TIENES EL CONTROL DE LAS CIRCUNSTANCIAS VITALES. Usa este descubrimiento para vivir más intensamente, para disfrutar más a cada momento. TU DUELO ES UNA DE LAS COSAS MÁS SAGRADAS Y MÁS HUMANAS QUE NUNCA HARÁS. Caerá de lleno en el misterio de la vida y de la muerte. RESPÉTALO.







“No te castigues, encaprichada y resentidamente, prohibiéndote gozar de la vida porque perdiste un ser querido. Tu tristeza te destruye a ti, sin beneficiar a tus muertos, y cuando ellos partieron no se llevaron consigo tu derecho a gozar de la alegría de la vida” Trossero


Mariano Navarro Serer. Psicólogo clínico





dimarts, 15 de febrer del 2011


"El mundo sufre porque no hay tiempo para los hijos, no hay tiempo para los esposos, no hay tiempo para disfrutar la compañía de otros"


"Traten de estar más tiempo en casa. Los abuelos están en hogares para ancianos, los padres trabajando y los jóvenes... desorientados"

Madre Teresa de Calcuta


dimarts, 8 de febrer del 2011


EL AMOR ES INDESTRUCTIBLE


La añoranza, el deseo de abrazar a nuestros hijos es tan intenso que a veces resulta casi insoportable. Es así. Pero en el fondo sabemos que, aunque nada es igual y no podemos abrazarles, ellos existen. Los científicos dicen que la energía no se crea ni se destruye, se transforma. Y eso, en nuestros momentos claros, lo sentimos a flor de piel. En esos momentos mágicos es posible escuchar una vocecita en nuestro interior que nos susurra que el amor es indestructible, que no solo contamos con las horas, los días, los años que hemos pasado aquí, juntos, también tenemos un futuro por compartir. No es como nos lo habíamos imaginado, no, ¡pero puede ser tan hermoso!

En los inicios del duelo, tal vez de poco sirve lo que digo. Es con paciencia y tiempo que la certidumbre se impone. Hace doce años que se fue Ignacio, ha tenido que pasar mucho tiempo para sentir lo que siento. Al principio, ¡pesaba tanto el dolor! ¡El cambio era tan sórdido y brusco! Tarda mucho el alma en asentarse después de un golpe así. Mucho. Durante ese largo recorrido que es el duelo nos toca transformarnos en seres receptivos al amor, porque solo es a través de esa vibración amorosa que podremos sentir a nuestro lado a nuestros hijos.

Llega un día en que volvemos a caminar juntos, ellos en su plano, siguiendo su destino y nosotros aquí, siguiendo el nuestro, pero tan unidos como antes. Merece la pena perseverar, merece la pena crear amor y armonía, en vez de tirar la toalla y dejar que poco a poco se consuma nuestra vida. Hay que vivir intensamente la tristeza hasta agotarla con la esperanza puesta en renacer, en volver a sentir la alegría de vivir. Cuanto más la siento, más feliz y contento percibo a mi hijo. Más me parece que le honro. Nosotras, que sabemos bien qué es querer estar muerta, decidimos volver a la vida por amor, por el amor que sentimos por ellos, por el amor que aprendemos a sentir, despacio y con esfuerzo, por nosotras mismas.

Publicado por Mercè Castro



EL DUELO DE LOS HOMBRES


Sin darme cuenta, a menudo hablo en este blog en femenino. A las mujeres, entre nosotras, nos resulta fácil compartir sentimientos. Creo que lo aprendemos de pequeñas. Si miro hacia atrás, cuando era niña, me veo los días de fiesta, agazapada en un rincón de la cocina, mientras mi abuela, mi madre y mis tías, sin parar de remover cazuelas, se contaban la vida. En aquella cocina, dominio absoluto de mi abuela, salían a relucir los secretos de familia, los anhelos y pesares, las alegrías contenidas… Cruzado el dintel de la cocina la magia se diluía. Aquella cocina de mi infancia era un confesionario.

Sí, seguramente por eso me es cómodo hablar aquí en femenino, porque soy mujer, pero no por eso ignoro el dolor de los hombres. Al contrario, admiro su valor porque sé que la mayoría de las veces lloran en silencio la muerte de sus hijos, con un sentimiento desgarrador de fiera herida. Admiro a los que están ahí, sosteniendo la desesperación, intentando re-inventar su vida, levantar a los suyos, sin poder expresar apenas lo que sienten. Es imposible generalizar, cada duelo es distinto, pero, no sé, a mi me parece que los hombres, al principio, se contienen más, se desmontan menos pero corren el riesgo de caer más hondo. Les cuesta más darse permiso para salir del armario donde guardan con llave las emociones.

Mi padre, un hombre de los de antes, de los que no entraban nunca en la cocina, me cuenta sorprendido y tal vez un poco avergonzado que ahora, de viejo –tiene 81 años- llora por casi nada. “Me he vuelto muy flojo, niña, ya no soy lo que era”, me dice y en cambio los dos sabemos que nuestros corazones nunca habían estado tan cerca.

El resurgir del duelo pasa por eso, por dejar fluir los sentimientos, sean los que sean, antes de que se conviertan en una amargura negra, en una roca tan pesada que nos impida volver a la vida. ¡Duele ver llorar a un padre, pero es tan sanador que lo haga!

Con cada lágrima que dejamos salir se aligera el alma.

Hay que coger de la mano a los hombres que esconden su dolor y acariciársela con ternura hasta desarmar, una a una, con amor, sus armaduras. Las mujeres hemos estado arropadas en muchas cocinas, pero ellos ¡están tan solos frente a sus emociones!

Mercè Castro Puig