dilluns, 13 de juny del 2011

Tres anys sense tu...


Mari Carmen,

En vez de brazos que suspiran por abrazarte, me has dado brazos para acercarme a otras personas que han perdido a un ser querido.

En vez de ojos llenos de pena por no poderte ver más, me has dado ojos que pueden admirar la belleza de cada nuevo día.

En vez de oídos que añoran escuchar tu voz, me has dado oídos para escuchar a otros que tienen el corazón roto.

En vez de labios que quisieran besar tus lágrimas, me has dado labios que me han enseñado a decir: "Entiendo tu dolor, yo he estado donde estás tú ahora".

En vez de un alma sin dirección ni propósito, me has dado la esperanza de que ciertamente hay un lugar eterno donde todos nos reencontraremos algún día.

En vez de ser una persona que se toma la vida a la ligera, me has convertido en una persona que aprecia cada momento del día.

En vez de un corazón destrozado por el dolor, me has dado un corazón que se abre a los demás.

En vez de una mente llena de resentimiento, autocompasión y rabia, me has dado una mente que entiende el regalo precioso que es la vida.

Te quiero dar las gracias, hermana mía, por todos estos presentes que me has dado. Intentaré hacer lo mejor para vivir mi vida de manera que te haga sentir orgullosa de mí tanto como yo lo estoy de ti. Espero que continúes compartiendo conmigo estos regalos, pues ahora sí que estoy dispuesta a aceptarlos y comprenderlos.

Tu hermana

Lourdes

(Adaptado de Las tareas del duelo)