
Una puerta, un misterio, un lugar que no nos está permitido aún.
Pronto esa puerta se abrirá para mostrarnos lo que oculta, para dejarnos entrar y descubrir sus secretos.
El día está cerca, los astros se preparan, la luna se mostrará tímida para así no aturdir a los más sensibles.
El día que la puerta se abra, ellos, los que nos dejaron, podrán entrar y nosotros, los que aún no hemos iniciado el camino, tendremos la oportunidad de salir.
La tristeza me embarga, lejana quedó la alegría, nada puede llenar una partida sino el silencio de su ausencia.
Si bien llegó un día con su alegría y buen humor, hoy dice dejarnos para descansar lejos de nuestro calor.
Tristes son los momentos en que falten sus palabras, triste el hueco que deja sin su presencia.
Si la vida la viviéramos de otra forma,
nos tomaríamos más tiempo para dejarnos llevar por la imaginación
y olvidaríamos la rutina y el nerviosismo.
De nada sirve correr, cuando no se llega a ninguna parte.
LG
dilluns, 17 de novembre del 2008
La puerta, un misterio...
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