dissabte, 24 d’octubre del 2009


Soy un Hada

Nazco cuando la luna se oculta y el sol todavía no se ve en el cielo.
Pétalos de flores forman mis alas y de las flores tomo también el color de mi piel y mis ojos.
Mi voz es un dulce susurro, igual al sonido del agua en los arroyos, y sé cantar canciones de tierras antiguas que nadie más ha visto.
Sobre las ramas de los árboles mis pies ligeros bailan, puedo alzar el vuelo y subir muy alto o descender a descansar sobre los frescos prados y sentarme a beber el rocio que guardan para mí las azucenas.
Me acerco pocas veces a los humanos, porque ellos son incrédulos y tienen tanto miedo que prefieren no verme.
Sólo de vez en cuando mis ojos ven otros ojos que saben que existo y sobre ellos derramo mis dones más preciados.


1 comentari:

LourdesP ha dit...

Teníamos un hada en la familia y no lo sabíamos... ahora que -por desgracia- hemos descubierto su secreto tendremos que ir con los ojos bien abiertos, y -sólo de vez en cuando- podremos verla aparecer en nuestros sueños rozándonos con sus alitas de colores...