dilluns, 6 d’octubre del 2008

La distancia no es olvido


La distancia no es olvido, porque entre sus extremos a veces hay tanta intensidad que impiden que desaparezca el brillo…el brillo de los recuerdos… especialmente los buenos.


Conocí a Mari Carmen hace muchos años, la conocí muy poquito….porque yo a quien fui a conocer fue a mi gran amiga Lou….Su gran familia me acogió en su casa unos días y me enseñaron Castellón, Useras, La Masía, otras costumbres, e incluso gente q me hablaba “raro” (valenciano) y yo no me enteraba de nada…. Hasta comí por primera vez comida china, que trajo del restaurante de al lado el papá: Martín.


Al igual que muchos decís en el blog, ella de entrada desprendía algo especial… parecía callada pero con mucho que decir, de esas personas que dices…me gusta su forma de ser, su estilo…. Recuerdo nuestras siestas en Useras, Lou, Mari Carmen y yo… hablando de cosas de niñas ya no tan niñas…q empezábamos a descubrir el mundo…


No volví a ir por allí, ojala lo hubiera hecho… porque allí encontré a una familia preciosa.


Toda esta historia la vivo extrañamente, (se que Lou me entiende, nadie me entendió jamás como ella). Me ha hecho pensar, aprender, sentir muchas cosas, desde aquí desde tan lejos, porque siempre estaré contigo estés donde estés y te pase lo q te pase.Yo estoy contigo…


Puede que nunca llegase a conocer mucho a Mari, pero conozco bien a su hermana Lourdes y se que Mari debe ser tan infinitamente maravillosa como ella…. Porque hay personas que tienen… un espíritu celeste, una fuerza en la mirada que deshace todo mal, que tienen el brillo de la inocencia, la libertad inmensa de los que viven en un mundo sin final… porque tienen ángel.


Raquel (Málaga)