
La muerte no es nada. Solo me he deslizado al cuarto de al lado. Yo soy yo y tú eres tú y la vida que vivimos juntos aún está. Intocable, incambiable. Lo que fuimos el uno para el otro, aún somos. Llámame por mi nombre. Habla de mí en el mismo tono en que antes lo hacías. No te envuelvas en un aire de solemnidad ni de pesar. Ríe como siempre lo hacíamos de las bromas que disfrutábamos. Juega, sonríe, piensa en mí, reza por mí. Permite que mi nombre sea la palabra familiar que siempre fue en nuestro hogar. Deja que se diga sin esfuerzo, sin la sombra de un fantasma sobre él. La vida significa lo que siempre significó. Es la misma que siempre fue. Hay una continuidad absoluta. ¿Por qué debería estar fuera de tu mente sólo porque estoy fuera de tu vista? Yo estoy solamente esperando por ti, por un intervalo, muy cerca, a la vuelta de la esquina. Todo está bien.
Te quiero hija, esperame en el cielo
LG

Original: “Death is nothing at all” de Henry Scott Holland (1847-1918)
1 comentari:
Mama molt bonic tot!
ya lo había leido jeje que pillina soc.
Pues nada mami que un besitoo tqm!
Angiepg, te acuerdas?
angiepg a lourdesgll!
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