divendres, 25 de juliol del 2008

NO LLORES SI ME AMAS (SAN AGUSTÍN)

NO LLORES SI ME AMAS


¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si puedieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,
la belleza ante la cual todas las otras bellezas palidecen!
Tu me has visto, me has amado en el país de las sombras, y
¿no te resignas a verme y amarme en el país
de las inmutables realidades!
Créeme, cuando la muerte venga a romper tus ligaduras
como ha roto las que a mi me encadenaban,
y cuando un día que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este Cielo al que te ha precedido la mía,
ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama,
y encontrarás su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme, pero transfigurado, extasiado y feliz,
no ya esperando la muerte, sino avanzando contigo,
a quien llevaré de la mano por los senderos nuevos
de la luz y de la vida,

bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar
del cual nadie se saciará jamás.

¡Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas!

Lo escribió San Agustín y al leerlo condiseré que era necesario que estuviese aquí, por ella.
Martín Pascual