Mañana se cumplirán tres meses de su muerte. Pero hoy es lunes como entonces y como aquel trágico día una luna llena ilumina la noche.
Está tan “viva” en mis recuerdos que es como si pudiera abrir una puerta y a continuación hablar con ella.
Pero al momento, detengo mis pensamientos y todo se viene abajo como un espejo que por un fuerte golpe se rompe en mil pedazos.
El espejo es mi corazón que cuando mi mente fría y realista le transmite que no podré volver a verla se parte de dolor.
Continuamente estoy zozobrando entre sentimientos y realidades, mi cuerpo es como un barco a la deriva que se estrella contra los acantilados.
Desde esos acantilados sale una mano negra que recorre mi cuerpo de abajo arriba produciéndome una enorme angustia hasta llegar a mi corazón.
Hay momentos en que todo parece un sueño, pero cuando me doy cuenta que lo no es se rompen los cristales y me duele el corazón.
Intento recordar los mejores momentos de nuestras vidas pero al poco tiempo de estar con ellos se rompe el espejo de su imagen en mil pedazos que me alcanzan y me hieren.
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No hay vuelta atrás, no hay habrá un camino para regresar.
Esta noche necesitaré doble dosis de somníferos.
Martín Pascual15/09/08
2 comentaris:
En momentos así sólo queda dejar fluir el dolor...
y alguien me dijo un día que no se trata de contar los días que pasan sin que ella esté, porque siempre serán dolorosos y vendrán uno tras otro: hoy son tres meses, mañana tres meses y un día, después serán más meses, años... y la vida continuará sin ella.
Lo importante es que ella seguirá siempre con nosotros.
Un abrazo
Lou
no hay palabras para consolar ese dolor, lo unico que quiero decir que estoy aqui con vosotros, que mientras la recordemos siempre estara aqui, que caminara con nosotros el camino que nos quede recorer y que nos estar esperando con una sonrisa el dia de nuestro reencuentro con ella. un beso Sonia
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